Cuando nos vinimos al campo y me enamoré de nuestra vida aquí,
empezaron a ocurrir multitud de cosas entre ellas que andaba todo el tiempo descalza.
Y que empezaba a no necesitar el 50% de mi ropa. Así tal cual, tres camisones de algodón, dos shorts y 3 camisas hacen mi wishlist del verano, unos zuecos, unas havaianas, las botas camperas y los sombreros terminan el look.
Sólo tengo a la vista las cosas que más me gustan y cuando salimos, es algo especial, una fiesta!.
En este caso mi falda recién salida del horno, que no puede ser más bonita.
La quiero para el otoño con jerseys con cuello a la caja y chaquetas de cuero.
La gasa de seda me recuerda a las alas de las libélulas y la he forrado con batista de algodón.
Es preciosa al andar, le puse el detalle de un colgante en la cintura de Medecine Douce.
Con camiseta de American Apparel, manguitos de Cos y bolso de Prada.
Que disfrutéis al máximo la vida.
2 comentarios:
Preciosa Lucía.... me encanta que necesites tan poco para ser feliz, eso significa que estás llena de cosas buenas. Un besazo y sigue disfrutando!!!
tu si que sabes hacerlo bien!
q guapa!
bsos!
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